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viernes, 16 de octubre de 2015

Mi primer embarazo; mi pareja.

En primer lugar tengo que pedir disculpas a esa persona.
Le amaba con todo mi corazón y le traté a veces como si fuera una pelota a la que podía patear a mi antojo.
Admito que en ese momento no lo supe y hasta hace unos meses no me imaginaba lo que sufren los padres de embriones que traen problemas y los padres en general.
Hasta que no lo he vivido de manera cercana a uno de ellos, yo hubiera matado por la frase de: "El padre será el padre, pero las madres lo llevamos dentro"
Y una mierda señoras.
Yo al mío le echaba a diario de casa, pero si se iba ya tenia la bronca formada, era mi recadero particular, si la niña quería zumo de naranja, allá que iba en cualquier momento y no dudaba en decirle que era asqueroso el que me había comprado.
Le dije hasta la saciedad que él no entendía mi dolor, le grité, le insulté, dejé a su familia de lado cuando yo tenía que haberles puesto al mismo nivel que a los míos.
Aguantó mis cabreos, mi frustración y rabia.
No le dejé elegir ni nombre.
Me llevaba en brazos si le decía que no quería andar!!
Le humillé.
Todo era yo, yo  y yo.
Igual él no lo recuerde así o no lo quiera ni pensar, igual pasó la mano en mil y una ocasiones porque me quería y porque yo realmente estaba enferma. Porque me veía sufrir en exceso, porque presenció situaciones que no debería pasar ninguna embarazada o simplemente porque alguien le diría que era su deber y su obligación, cuidarme y hacer de tripas corazón.
De todas formas tengo que reivindicar; que sin padres, no habría bebes, no seamos más hijas de puta, que abuelas hay 2,tíos son los de las 2 partes, que el que está obligado a ir, estar y multiplicarse es él, que si tu no duermes, él tampoco y aun así se va a trabajar al día siguiente, porque aquí las que tenemos la baja por riesgo en el embarazo y  maternidad somos nosotras.
Que quien coge a diario cada llamada de teléfono para preguntar por ti, es él, porque a ti no te quieren molestar.
Quien oye opiniones de mil colores sobre su vida, la de su pareja y la de su bebé y se traga las ganas de abofetear caras, es él.
Quien escucha atento los consejos de sabias madres que igual solo cuchichean o quieren enterarse de todo y terminan las conversaciones con un: Cuídala eh!!....ES ÉL!!!!!
Porque lavan la ropa, por que cocinan, porque están dispuestos a cuidar a la mamá de su bebito en cada momento....por estas y por millones de cosas más, señoras, sin ellos no estaríamos en esta situación.
Dicho esto, mis recuerdos de mi pareja en esos meses realmente son maravillosos, es un gran hombre, se portó como tal y a día de hoy tengo que decir lo que yo ya sabía en su momento, se ha convertido en un padre maravilloso al que admiro y al que le debo una disculpa como una Catedral.

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