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viernes, 16 de octubre de 2015

Mi primer embarazo,aborto terapeutico

Llegué a la clínica arropada por mis tíos, sus padres, su tía, él y yo, me llamaron para que entrase y me despedí de todos.
Entre en una sala gris y muy fría, ya iba desnuda y una bata de papel era lo único que me cubría.
No se si eran 3 o 4 personas pero me pidieron que me subiera al potro y que me relajara.
Con mucha pena, vergüenza y miedo lo hice.
Recuerdo a uno que me introdujo una especie de gel en mi vagina mientras me explicaba que servía para dilatar, y a otra que me ponía el gel viscoso en la tripa para hacer una eco.
No tenía ni idea de la que se me avecinaba, pero la lumbreras me dijo:
-Hemos recibido este aparato que es nuevo, permite captar las imágenes en 3D...
Yo no sabía ni de lo que me hablaba, yo solo sabia temblar de frio y de pánico, aun así insistió;
-Me dejas probarlo contigo?
Le dije que sí pero no sabia realmente a lo que estaba contestando, en ese momento recuerdo como todos se juntaron al rededor de la pantallita y la imbécil de turno la giró para que la viese...
Rompí a llorar con una amargura que salió desde lo más hondo de mi ser, rápidamente vinieron a consolarme diciéndome que no entendían lo que pasaba, si yo era la que había decidido no tenerlo, cual era el problema??
Entre lagrimas que llegaban hasta mis orejas y me empapaban todo el cuello sollocé:
-Es hemofílico...
No recuerdo que nadie más hablase hasta que me indicaron cual era mi habitación y me llevaron hasta ahí.
Supongo lo mal que se pudo sentir esa chica después de aquello, todos cometemos errores garrafales que igual sin saberlo se quedan marcados a fuego en los recuerdos de otras personas, solo fue una anécdota más, no la culpo.
La mía era una habitación no muy grande, de  3 metros  por 2 más un pequeño aseo.
Me sequé las lágrimas e inmediatamente entró mi madre, me tumbé y entro el doctor.
-No puedes tomar líquidos por que te provocaran vómitos y no debes vomitar, te bajaré el nivel de luz para que estés más cómoda, aquí tenéis el botón para llamar si necesitáis algo y entre contracción y contracción, te recomiendo dormir.
Lo recuerdo perfectamente, mi mente grito... contracción??
Nadie me había explicado nada, yo no sabía que lo iba a parir. En ese momento yo era una niña acojonada, desinformada y hundida en la tristeza y se le presentaba un parto por delante, un parto en la mini habitación de una clínica a la que ella por su forma de pensar y sus ideales jamás habría visitado.
Lloré...
De momento desperté, no era consciente ni que me había dormido, tenia una sed enorme y se lo dije a mi madre, la pobre dijo que no, que no me lo permitían pero aun así accedió a darme un minúsculo sorbo solo para refrescarme los labios.
No creo que durase en mi cuerpo ni 2 minutos, juro que bebí 4 gotas de agua, pues eché 1 litro.
Rápidamente acudieron las enfermeras que me regañaron por beber y me permitieron lavarme la boca pero nada más.
Como nunca suelo hacer caso de lo que me dicen, tomé un breve sorbito de agua y me acosté.
Volví a despertarme sin saber que me apretaba en la barriga, la luz de la habitación estaba bajita y vi a mi madre sentada en una butaca azul, las típicas de hospital privado.
Me preguntó si estaba bien y le dije que tenía una "presión" en la barriga, ella me dijo que era normal, así que me dormí de
Las primeras 3 o 4 horas las recuerdo con gente que entraba en la habitación, me miraban lo dilatado que tenía el cuello del útero y se iban, no sabría decir si era la misma persona o no, yo estaba como drogada y solo me sacaba de esa nube el dolor que cada vez se acusaba más y más profundo.
Recuerdo que una de las veces el dolor me sentó en la cama, ahí me di cuenta que algo se estaba acelerando, noté el corazón como latía mas rápido, y un dolor se adueñaba de mi cuerpo.
-Donde te duele hija??
-No lo sé mamá, me duele, me duele mucho...
No sabría describir aquel dolor, era en la barriga, en el riñón, el pecho, no lo se...
No me dejaba respirar pero aun así me obligaba a coger aire rápido, se hacia poco a poco mas intenso y continuo.
Las mujeres que habréis parido diréis, esta niña estaba con contracciones, es normal, pero no os olvidéis que esta niña no sabia al 100% a donde iba, no sabia lo que le iba a pasar, solo tenia claro que lo hacia por el bien de su hijo y nada mas.
Me volví a dormir del mismo cansancio y del dolor pero ya no me dejaban tanto tiempo entre una y otra, solo era cuestión de minutos y saltaba de nuevo, una de las veces no paró el dolor, recuerdo como mi madre apretaba mi mano y me calmaba con algo frio en la frente, no sabría decirte si era una toalla mojada o era su propia mano helada, solo se que me calmaba un poco la ansiedad que tenía.
Cuando yo creía que cesaría el rato, no paró, siguió y siguió...se prolongaría unos segundos mas que sus antecesores pero a mi me pareció una eternidad, grite con todas mis fuerzas...Lloraba diciendo que me dolía y le pedía a mi madre que parase aquello.
Como llegó mi frente al gotelé de la pared?? No lo se, Empecé a darme chocazos que ni sentía y suplicaba que aquello parase por favor.
Entre gritos volvió a entrar el médico y me dijo, voy a aliviarte un poco.
Me descubrió por abajo y me puso una gran empapadera y una especie de cuña como las de hacer pipí debajo mia,  sentí su mano entrar en mi vagina y hurgar dentro, noté como cogía algo y tiraba, como un pellizco, no sabría describirlo exacto y de momento el dolor desapareció...Note que estaba mojada y que me limpiaban, pero yo estaba tranquila.
Me pregunte por una decima de segundo, ¿Qué me habrá hecho?
Pero es que el cansancio fue mas fuerte y caí de nuevo dormida profundamente.
De nuevo me despertó un dolor, esta vez un dolor mas "SECO" y diréis; Claro como que estabas así!!
Era el momento de empujar...
No se cuanta gente había allí, apartaron a mi madre de la cama y el medico se sentó a los pies, me dio instrucciones para empujar y respirar y me pidió que aguantara como una campeona...Ja!
Empujé.... Respiré.... Empujé... y sentí como algo salía de dentro de mi, resbalaba y salía.
El medico pidió una especie de caja, recipiente...no se lo que era, yo volví y la cabeza para no mirar.
De la habitación salieron la mitad, y se quedó el medico y una enfermera que si me hubiese cogido ahora la mataba a ostias.
Me dijo que todavía quedaba un pequeño tironcito, la placenta vamos,  y que tenia que empujar muy fuerte para que no quedasen restos.
Contó hasta 3, y sin avisar, ni pensárselo se tumbó sobre mi barriga ejerciendo todo el peso-presión que le permitía su cuerpo.
Me dejó sin aire y casi sin vida....
Salió entera y me llevaron al quirófano de nuevo para hacerme un legrado, ¿Te preguntaron a ti? A mi tampoco.
Una vez acabado, con las piernecitas temblando, con 36 kg de peso y 200 kg de pena encima, volví a la cama, con una compresa enorme puesta entre mis piernas y vacía por dentro.
 nuevo.


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